Crítica sobre la actuación de La Banda Morisca y la especial participación de Myriam Soler como bailarina invitada por el Maestro Miguel Bustamante Guerrero.
Fue muy estimulante asistir anoche a la actuación de La Banda Morisca en la Sala Clamores de Madrid, con la participación especial de Myriam Soler. Unos músicos estupendos, simpáticos y marchosos; una música que enlaza lo andaluz con lo morisco, con instrumental rico y variado y con algunas maneras jazzísticas. Desde el laúd hasta el acordeón, pasando por el bajo eléctrico. Como suele suceder a menudo, la única pega que puedo poner es que, especialmente al principio, la amplificación del bajo era excesiva, y tampoco habría estado mal bajar un poco toda la amplificación, pues la calidad de los intérpretes lo merecía. Y el baile sensible, ora introspectivo, ora exuberante, y siempre impecablemente musical de Myriam Soler que dejó a todos rendidos por su encanto.
Fue muy estimulante asistir anoche a la actuación de La Banda Morisca en la Sala Clamores de Madrid, con la participación especial de Myriam Soler. Unos músicos estupendos, simpáticos y marchosos; una música que enlaza lo andaluz con lo morisco, con instrumental rico y variado y con algunas maneras jazzísticas. Desde el laúd hasta el acordeón, pasando por el bajo eléctrico. Como suele suceder a menudo, la única pega que puedo poner es que, especialmente al principio, la amplificación del bajo era excesiva, y tampoco habría estado mal bajar un poco toda la amplificación, pues la calidad de los intérpretes lo merecía. Y el baile sensible, ora introspectivo, ora exuberante, y siempre impecablemente musical de Myriam Soler que dejó a todos rendidos por su encanto.